Devotos y vecinos en general del municipio de Alguazas rendirán honor a la Purísima Concepción dedicándole a las 19 horas de este Viernes, 7 de Diciembre, víspera de su festividad, una ofrenda de flores mientras que mañana Sábado, a las 11:30 horas de la mañana, la Iglesia Parroquial de San Onofre de la localidad acogerá una misa en honor a la Virgen a cuyo término se iniciará una procesión con la imagen que, partiendo del citado templo, culminará su recorrido en la Ermita de la que es Patrona titular.
El culto a la Purísima Concepción goza de una gran tradición en Alguazas como lo prueban las fuentes históricas que datan en el año 1703 las primeras referencias a esta devoción mencionando que ya en este citado año podía existir la ermita que alberga la imagen de esta advocación mariana, puesto que se conocen donaciones a la Cofradía de Nuestra Señora de la Concepción, titular de la misma. En 1716 en el libro de fábrica se puede leer La parroquia tiene una ermita de Nuestra Señora de la Concepción y unos bancalillos. Los bancalillos serían unas porciones de tierra cercanas al atrio del pequeño templo.
En todo caso la construcción de este lugar de culto debió tener sus primitivos orígenes en los comienzos del siglo XVIII ya que tras la Guerra de Sucesión, acabada en 1713, la población de Alguazas había sufrido una importante merma debido a los continuos efectivos que aportó a la contienda para apoyar al obispo de la diócesis, cardenal Belluga, en su respaldo al duque de Anjou, pretendiente al trono español.
En 1796 esta ermita se convirtió en el principal lugar de enterramiento debido, seguramente, a las obras que tenían lugar en la parroquia de San Onofre, que desde 1790 abordaba unas obras de ampliación y cuyo espacio de entarramientos, quizá, se encontraba ya saturado. Pero en tres años el espacio de la ermita quedó pequeño y se procedió a la adquisición de terrenos colindantes para habilitarlos como cementerio, compra de terrenos que sufragó el segundo Marqués de Camachos.
Aún se pueden contemplar en el interior de la ermita lápidas, o restos de las mismas, que nos recuerdan que el templo fue escogido como lugar de enterramiento por algunos personajes relevantes de la villa como el ministro de Fernando VII Pedro Regalado, enterrado en 1820.
El cementerio que ocuparía el actual atrio de la ermita y terrenos adyacentes fue trasladado en 1862 a su actual emplazamiento, que en aquellos momentos constituiría la zona más alejada de los límites de la villa.
No fue hasta 1850 cuando la pequeña capilla se amplió, añadiendo una pequeña sacristía y una casa para el ermitaño. Durante años el edificio fue objeto de reformas que llegaron a elevar el piso de la nave setenta centímetros. Se eliminó la casa del ermitaño y también se talaron los primitivos árboles así como el enrejado del atrio.
En 1997 se procedió a rehabilitar la ermita recuperando el nivel original de su suelo y reparando las techumbres. En el lado oeste que antiguamente ocupaba la casa del ermitaño se construyeron unos salones como adenda con elementos accesorios a la ermita.